sábado, 19 de abril de 2008

El cuervo

EL CUERVO
Lágrimas de fuego
me queman el corazón.
Rabia hija del dolor.
Un odio sin fin.
Mal cuchillo asesino
aquel que robó tu amor,
que cruzó tu corazón,
alejándote de mí.
Y ahora soy un cuervo.
Mensajero de la muerte.
Maldigo yo mi suerte.
De venganza me alimento.
Más fuerte que la muerte
es la pena de mi alma.
El amor que se me arranca
mantiene mi sangre caliente.
No muero sino en llamas.
Mi alma está ardiendo.
Y todo aquello que siento
hace crecer negras mis alas.
Y ahora soy un cuervo.
Mensajero de la muerte.
Que de mí huyan si quieren
a los pozos del infierno.
Buscan desde el cielo
a los canallas que me adeudan
y uno a uno los encuentran,
los ojos del pájaro negro.
La más cruel injusticia.
Ellos me quitaron tu amor.
Y yo como mal ladrón,
sólo puedo arrancarles la vida.
Pero es que no te tengo
y ya no me queda nada.
Tan solo la venganza,
un anillo y mi féretro.
y ahora soy un muerto,
raro muerto viviente
que sólo ansía tenerte
y poder verte de nuevo.
Muy flaco el consuelo
que me da el asesinato.
Ni te devuelve a mi lado,
ni me abre puerta al cielo.
Pero es que es tan dulce.
Es tan dulce la venganza.
De placer llena mi cara.
De solaz mi alma cubre.
Y es que ahora soy el cuervo.
Mensajero de la muerte.
Si no puedo tenerte
tampoco quiero el cielo.

El pasado se ha convertido en mi presente, y si no lo paro a tiempo, será mi futuro...

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