lunes, 3 de enero de 2011

Mi querido Pipi...




Éste era mi inseparable, se llamaba Pipi, pero yo siempre le decia tontorrón, o algo por el estilo.
Era un pajarito adorable. Cuando metia la mano en la jaulita para darle de comer siempre se posaba encima y esperaba a que lo sacase. Cuando pasaba por el patio, se agarraba a los barrotes de la puerta para qe lo sacase, y yo no podia hacer caso omiso de su peticion no poco ruidosa. Lo que más le gustaba cuando lo sacaba para comer, era ponerse encima de la taza y darle picotazos a la jeringuilla antes de llenarla. Tambien le gustaba cuando lo ponia en el suelo, coger impulso y volar hasta mi cabeza. Cuando me lo ponia en la barriga, andaba torpemente por entre las arrugas de mi ropa para hacerse un hueco entre mi pelo. Si estaba en pijama se metia por la parte mas ancha qe encontrase. Un día sin darme cuenta se me metio por el tobillo y llegó hasta la rodilla. Ah! Eso por no mencionar cuando le dio por meter la cabeza dentro de un cacharrito para la comida y luego no sabia quitarselo...

Esque mi pajarito...
A mí lo que mas me gustaba de él era, aparte de sus plumitas, que eran las mas bonitas del mundo, las cosquillitas qe me hacia cuando intentaba meter el pico por dentro de mi dilatacion de la oreja. Tambien me gustaba mucho cuando se me quedaba mirandome como un bobalicón, esperando a que le diese de comer. Era el pajarito mas adorable que he tenido. Era mi Pipi.
En fin Pipi, sé que posiblemente no haya un "más allá" que tu ahora mismo estás muerto y punto. Pero en este momento voy a pensar que ahora mismo estás en el cielo de los pájaros. Donde hay montones y montones de papilla calentita, piscinas con agua templada y lo mejor, no hay Verónicas que no han sabido cuidar de tí...
Sé que eras solo un pajarito, pero eras una vida que se apagó entre mis manos.
Te quiero Pipi